Martín Guzmán logró imponerse una vez más en una interna de Gabinete y la nueva fórmula de movilidad jubilatoria no tomará en cuenta la inflación, como reclamaba un sector del Gobierno y Cambiemos, que anticipó que no la apoyará.
El ministro de Hacienda busca desindexar la economía para frenar la escalada de precios y tampoco quiso ceder en este caso, después de dos meses de intensos debates con la titular de la Anses Fernanda Raverta.
Como había anunciado en diciembre, las jubilaciones se actualizarán con los mismos valores que se tomaban en cuenta en fórmula que rigió entre 2008 y 2017: la variación salarial y la recaudación. Sólo que en esta oportunidad será en partes iguales y la indexación será cada seis meses.
“La fórmula que se propone y que deberá comenzar a regir en el año 2021, a diferencia de la sancionada en 2017, generará un incremento del poder adquisitivo de los haberes; gracias al aumento del salario real y de los recursos de ANSES”, informó un comunicado del Ministerio de Hacienda, posterior a una reunión que Guzmán tuvo con Raverta y los legisladores oficialistas que trabajaron en la fórmula en una bicameral tuvo 16 reuniones entre junio septiembre.
La presidió el diputado oficialista Marcelo Casaretto, quien participó del encuentro junto a los senadores Carlos Caserio y Daniel Lovera; a los diputados Sergio Massa y Máximo Kirchner, presidente de la Cámara baja y jefe del bloque oficialista. También estuvo el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y su vice, la economista Cecilia Todesca.
Argentina se quedó sin fórmula jubilatoria en diciembre, cuando fue suspendida en la ley de emergencia económica porque según los cálculos de Guzmán era imposible de pagar, debido a que contemplaba en un 70% la inflación, que había alcanzado un 55%. El otro 30% era por el aumento de salarios.
El presidente dispuso aumentos trimestrales a los haberes previsionales y si bien la ley lo comprometía a enviar una fórmula al Congreso en 6 meses, estiró el plazo hasta fin de año con un decreto de necesidad y urgencia.
En septiembre, cuando envió el presupuesto, Guzmán prometió la ley de movilidad pero nunca llegó y hasta se filtró un borrador que contemplaba la inflación para los haberes más bajos. No fue tenido en cuenta.
“Una fórmula atada a la inflación no es deseable en la Argentina. Porque los ingresos de las jubiladas y los jubilados han perdido poder adquisitivo y el objetivo político es recomponer esos ingresos”, agregaron en Economía.