La violencia institucional que padeció una niña mapuche de siete años provocó un clima de indignación y repudio en Chile en contra de los policías que la rodearon, apretaron y tiraron para inmovilizarla durante un operativo en su comunidad. Además, los oficiales la trasladaron a una comisaría.
Los hechos ocurrieron en Temucuicui, una localidad ubicada en la comuna de Temuco, en el sur chileno, en donde efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile detuvieron a Katherine Antin y Teresa Marín, quienes eran la esposa y la madre de Camilo Catrillanca, un comunero mapuche que fue asesinado en noviembre de 2018 durante un operativo policial.
El jueves, el Tribunal Oral en lo Penal de Angol condenó a los exsargentos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) Carlos Alarcón y Raúl Ávila por los delitos de “homicidio simple consumado” en contra de Catrillanca y de apremios ilegítimos y disparos injustificados, mientras que cuatro policías y un abogado fueron encontrados culpables de obstruir la investigación.
Al mismo tiempo que se emitían las condenas, se llevó a cabo el operativo en el que fueron detenidas las familiares de Catrillanca y se reprimió también a la niña, lo que desató una serie de denuncias en redes sociales y de reclamos inmediatos por su liberación.