Para bajar la emisión y dar señales de consolidación macroeconómica, Guzmán se comprometió a no pedirle más fondos en concepto de Adelantos Transitorios hasta fin de año al Banco Central.
A lo largo de octubre hizo varios anuncios en este sentido que el mercado juzgó como bien intencionados pero irrelevantes por su magnitud. Por ejemplo, a comienzos del mes pasado devolvió unos $8.000 millones de Adelantos Transitorios después de haberle pedido 533.500 millones por este concepto y más del doble por Transferencias de Utilidades.
Si bien en total en octubre le terminó devolviendo $24.780 millones y prometiendo $100.000 millones más, eso no contuvo las proyecciones del sector privado respecto de que la emisión monetaria iba a seguir acelerándose. Por ejemplo, de acuerdo a estimaciones de la Fundación Capital y Martín Redrado el Gobierno iba a necesitar unos $600.0000 millones de financiamiento del Banco Central en los últimos dos meses del año.
Con el anuncio de este lunes, Guzmán despeja las dudas sobre parte de la emisión monetaria mientras se intensifica el diseño de un programa económico para cerrar un acuerdo con el FMI. No en vano, el Ministerio de Economía presentó este compromiso como parte de una serie de “Acciones para la estabilidad”.
Además de la reducción a cero de los Adelantos Transitorios, Guzmán adelantó para fondear al Tesoro, buscará “renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto al total de vencimientos de dicho período” y usar el financiamiento extra obtenido “para seguir reduciendo el nivel de asistencia del BCRA”.
De esta forma, por ahora las Transferencias de Utilidades -el otro concepto por el que el Banco Central asiste al Tesoro- no se alterarán, pero sí se da la señal de que también intentarán reducirse. En el los primeros 10 meses del año fueron por $1.202.000 millones.
“Esta adecuación de las políticas presupuestarias, que supone continuar protegiendo a los sectores de la sociedad que permanecen en estado de vulnerabilidad, permite avanzar en la agenda de normalización del financiamiento del sector público. De este modo, se contribuye a crear un puente de previsibilidad entre la ejecución presupuestaria del corriente año y el presupuesto 2021, que contempla una considerable reducción de las necesidades de financiamiento y del crédito del Banco Central al gobierno”, aseguraron desde Economía.