El Partido Demócrata salió del frente Cambia Mendoza que integraba junto al PRO y al radicalismo y abre una incógnita sobre la suerte del oficialismo en los próximos comicios. “El gobierno provincial continuó haciendo en la Provincia lo que critica en la Nación al kirchnerismo”, aseguraron.
Desde su conformación el frente se impuso en las dos elecciones provinciales e impulsó a Alfredo Cornejo y a Rodolfo Suárez a la gobernación. En el Partido Demócrata consideran que su inclusión en la alianza fue lo que permitió derrotar al peronismo: en 2015 Cambia Mendoza ganó 46,46% de los votos mientras y el Frente para la Victoria quedó cerca del 40%. En 2019 la ventaja fue más holgada, 51% contra 35%.
La principal queja de los “gansos”, apodados así por el blanco inmaculado de sus cuellos, es que no tienen participación en el espacio y que no fueron consultados en las principales decisiones del gobierno. Además cuestionan la “concentración del poder en el Ejecutivo” tras los nombramientos en el “tribunal de justicia” y en los organismos de contralor de la provincia que quedaron en manos de “partidarios” del radicalismo.
“La alianza no pasó de ser un acuerdo meramente electoral. No obstante los reclamos, no se hicieron reuniones del frente ganador, ni se cumplió con el programa de gobierno y de transparencia institucional que habíamos firmado los partidos fundadores de la alianza, ni se nos consultó en absoluto para las políticas que instrumentaba el Poder Ejecutivo provincial ni tampoco respecto de las iniciativas que remitía a la Legislatura”, explicaron en una carta.
Desde el Partido Demócrata advirtieron que la reforma que Suárez envió al parlamento mendocino concentra mayor poder en el Ejecutivo y debilita “a las minorías”.
“El gobernador, sin debatirlo previamente en el seno de la alianza, ha remitido a la Legislatura un proyecto de reforma constitucional que, bajo el falso argumento de la disminución del costo legislativo (hay varias iniciativas nuestras que implican una drástica reducción del gasto político sin necesidad de una costosa asamblea constituyente), entraña y redunda en una mayor concentración de facultades en el poder ejecutivo, un debilitamiento de las minorías y la posible desaparición de las terceras fuerzas, como ha sucedido en las provincias donde se han aplicado reformas similares”, puede leerse en la carta.