Biden y Sanders, en busca de la consagración como el presidenciable rival de Trump

La primera serie de internas demócratas del supermartes otorgó este martes victorias claves para el ex vicepresidente y hombre del aparato partidario Joe Biden, pero aún faltan conocerse los resultados de los estados más grandes, en donde el senador socialista Bernie Sanders tiene chances de ganar.

A partir de los primeros resultados, la cadena CNN proyectó como ganador a Biden en los estados de Virginia (99 delegados), Alabama (52 delegados) y Carolina del Norte (110 delegados).

Estas victorias le otorgan por primera vez en esta carrera presidencial la delantera en el conteo de delegados. Sin embargo, aún faltan conocerse los resultados definitivos de Texas (228 delegados) y California (415 delegados).

Sanders, en tanto, fue proyectado por el canal como ganador en Vermont (16 delegados) -el estado que representa como senador independiente hace años- y estaba cabeza a cabeza con Biden en Texas en el inicio del escrutinio.

A diferencia de la elección presidencial, en las internas demócratas ningún estado usa el sistema que otorga todos los delegados al ganador. Por el contrario, los delegados se dividen proporcionalmente al apoyo que recibió cada precandidato.

En el llamado supermartes votan 14 estados y un territorio, lo que representa alrededor del 40% del electorado de Estados Unidos.

Los estados en juego reparten 1344 delegados, una cifra considerable teniendo en cuenta que se necesita una mayoría de 1991 para conseguir la candidatura presidencial oficial del partido en la convención nacional que se realizará en julio próximo.

Tras cuatro internas, los dos precandidatos que se perfilan como posibles favoritos son Sanders y Biden, y, en las últimas 48 horas, dos candidatos que supieron protagonizar sorpresas en las primeras internas -la senadora Amy Klobuchar y el ex alcalde Pete Buttigieg- se bajaron de la carrera presidencial y dieron su apoyo al ex vicepresidente en un acto en Texas, uno de los dos estados más importantes en juego este martes junto con California.

De esta manera se confirmó que la fragmentación inicial de precandidatos va cediendo a las mismas fuerzas polarizantes que dominaron la interna presidencial de 2016 entre Hillary Clinton y Sanders, y que hoy dividen aguas entre el mismo senador socialista y el vicepresidente de Barack Obama.

Aprovechando la creciente tensión entre los demócratas, el presidente Trump se sumó a las denuncias de los simpatizantes de Sanders y acusó al aparato partidario de boicotear la campaña del veterano senador.

“¡Están dando un golpe de Estado contra Bernie!”, tuiteó Trump anoche tras el apoyo de Klobuchar y Buttigieg a Biden.

Sanders evitó hoy hacerse eco de las acusaciones. En cambio, buscó acercarse a los votantes de sus dos ex rivales.

“A los millones de seguidores de Amy y Pete, la puerta está abierta. Vengan. Todos compartimos la convicción de que juntos vamos a derrotar a Donald Trump”, aseguró el senador durante una recorrida por Minessota, unos de los estados que vota hoy, según CNN.

Los pronósticos de la mayoría de las encuestas aseguran que Sanders ganará California y, en consecuencia, muchos de los 415 delegados que reparte. También tiene muchas chances de quedar primero en Texas, gracias al importante electorado blanco, liberal, urbano y con gran participación de latinos, y Massachusetts, el estado que la otra precandidata Elizabeth Warren representa como senadora.

Biden, en tanto, se esperaba que obtuviera buenos resultados en los estados con electorados similares al de Carolina del Sur, donde tuvo su victoria clave el sábado que le permitió seguir en campaña, con una importante comunidad negra.

Ya lo consiguió en Alabama, Carolina del Norte y Virginia, y los pronósticos era optimistas en Arkansas y Tennessee también.

Mientras las fuerzas polarizantes benefician a una carrera cabeza a cabeza entre Sanders y Biden, la aparición a partir de este supermartes de un nuevo precandidato, el empresario multimillonario y ex alcalde neoyorquino Michael Bloomberg, podría afectar esta dinámica.

En un gesto bastante inusual, Bloomberg no hizo campaña hoy en ninguno de los estados que votan, sino en Florida.

Al ser cuestionado por la prensa por esta decisión, el hombre que ya gastó 500 millones de dólares en su campaña desplegó con toda honestidad su estrategia electoral. “No tenés que ganar estados, tenés que ganar delegados”, respondió según la agencia de noticias EFE.

El empresario explicó que buscará sumar electorados a lo largo de todas las internas a partir de hoy para forzar a que ningún precandidato llegue a la convención nacional de julio con una mayoría de delegados propia y, entonces, él pueda erigirse en el candidato de consenso, por fuera de la grieta Sanders-Biden.

“No veo otra manera de que pueda ganar”, reconoció en Miami.

Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/202003/437286-biden-y-sanders-en-busca-de-la-consagracion-como-el-presidenciable-rival-de-trump.html

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