El Gobierno acordó la recisión con la empresa china CCA para construir la autovía que une Luján con La Pampa y de este modo hizo caer el último contrato que quedaba bajo el sistema de Participación Público-Privada (PPP) que implementó Mauricio Macri.
“No pudieron concretar el cierre financiero”, dijeron a LPO fuentes al tanto de la negociación sobre el último de los 6 corredores viales que quedaba con vida.
Aunque los chinos presentaron papeles hasta este lunes, el propio Alberto Fernández decidió ejecutar la garantía porque consideraba que la tasa era muy alta.
Los chinos, que valoraron mucho la gestión del ministro de Obras Publicas, Gabriel Katopodis (dijeron que era “muy amable y muy recto”) acordaron rescindir luego de que el Ejecutivo les planteara dos opciones.
La primera es incluir la obra en el plan quinquenal de obras con China que monitorea Gustavo Béliz e incluye la reactivación de tres líneas ferroviarias de carga, como el Belgrano Cargas. Por medio de este plan, el manejo sería de Estado a Estado y Argentina se comprometería a adjudicarle la obra a la china CCA de manera directa.
La otra opción sería una iniciativa privada en la que el Estado argentino pagaría un bono y la empresa china se encargaría del financiamiento. Como explicó LPO, los chinos ya habían comunicado que estaban dispuestos a desembolsar 1.500 millones de dólares en la Argentina para la concreción de la obra del Corredor Vial B. Los chinos se inclinan por estas horas por el plan quinquenal.
Esta noche, en tanto 260 trabajadores se quedarán sin empleo y otros 2000 trabajadores de la construcción que esperaban ser empleados en esta obra que ya estaba paralizada, no lo harán porque la obra quedó detenida por completo.