La Sala 1 de la Corte Suprema de Justicia de Brasil avanza en el juzgamiento de Jair Bolsonaro y otros siete acusados por organizar y llevar a cabo un intento de golpe de estado contra Lula en 2023.
El relator y juez Alexander de Moraes abrió el proceso y ratificó su posición de condenar con la pena máxima por atentar contra el estado democrático de derecho. En la misma sintonía se expresó Flavio Dino, ex ministro de Justicia de Lula.
Con el resultado 2 a 0, llegó el turno de Luiz Fux que viene marcando diferencias con el estilo de De Moraes y se esperaba divergencias respecto de las penas para los acusados. Sin embargo, Fux directamente habló de nulidad del proceso y desestimó el delito de crimen organizado.
“La existencia de un plan criminal no es suficiente para tipificar el delito de crimen organizado”, declaró Fux. Según el juez, no se demostró este delito porque no hay pruebas de que los miembros se unieran para crear una “entidad autónoma” con el objetivo de cometer múltiples delitos -con penas superiores a cuatro años- y con el objetivo de permanecer unidos incluso después de la comisión de estos delitos”.
Qué dice el proyecto de amnistía que promueve el bolsonarismo en Brasil
Además, Fux desestimó la agravante de uso de arma de fuego -que puede resultar en un aumento de la pena de hasta el 50%- porque la acusación no describió el uso real de armas de fuego durante la ejecución de los delitos. “La acusación no describe que los acusados hayan utilizado un arma de fuego en ningún momento”, planteó.
El ministro también mencionó que probar el delito requiere más que reuniones, múltiples perpetradores y la existencia de un plan criminal. El delito de participación en una organización criminal armada conlleva una pena de tres a ocho años, que puede extenderse hasta 17 años, con las agravantes de uso de arma de fuego y la participación de funcionarios públicos. También afirmó que no es posible condenar a un acusado por delitos de daños materiales causados por terceros.

La postura de Fux sorprendió al resto de los jueces y encendió a los bolsonaristas que ahora tratan al juez disidente de “héroe nacional”. Uno de ellos, el ex fiscal de Lava Jato Deltan Dallagnol que tuiteó un mensaje en referencia a la estrecha relación que tuvieron él y Sergio Moro durante el proceso del Lava Jato.
Paulo Figuereido, periodista brasileño que está instalado en Estados Unidos junto a Eduardo Bolsonaro, dijo que Fux honró la toga y anunció que el magistrado no será sancionado por Estados Unidos.
De todas formas y más allá del entusiasmo momentáneo del bolsonarismo, se espera que los dos jueces que restan por manifestarse, Cristiano Zanin y Carmen Lucia, voten a favor de la condena dejando la votación 4-1.
La estrategia de la defensa de los acusados era lograr una divergencia de dos de los 5 jueces para aplazar la decisión del tribunal y forzar a la votación del pleno con los 11 jueces de la Corte.
Un operador judicial brasileño dijo a LPO que “la postura de juez, además de buscar salvarse de las sanciones, intenta quitarle legitimidad a la Corte. Sin embargo, termina refutando la idea de dictadura judicial”.