Nace una nueva polémica, en todas las placas de la costa atlántica argentina aparecen a diario una determinada cantidad de personas a las que denominan como “pacientes recuperados”, la denuncia pública realizada por un grupo de pacientes de COVID marca una dura y polémica realidad; Ana María en Pinamar declaró: “di positivo y me mandaron a casa, jamás me llamaron siquiera por teléfono, o un mínimo mensaje de whatsapp para saber como evolucionaba, me las tuve que arreglar sola con la ayuda de mi familia y el consejo de un médico amigo que me iba guiando, recién 2 semanas mas tarde mediante una comunicación telefónica que yo misma hice, me dijeron que si no había empeorado ya estaba recuperada y pase a engrosar una lista por la cual nunca el municipio se ocupó, es una vergüenza, es decir que yo durante esos fatídicos 17 días era apenas un número, pase de ser contagiada a “recuperada” sin que hayan hecho nada por mí, de otro modo hubiese aparecido como fallecida cuando nunca, jamás en todo este tiempo ni siquiera me preguntaron como me sentía o si necesitaba un paracetamol, esto es un asco, Yeza es una vergüenza, y por los testimonios que vamos levantando lo mismo ocurre en La Costa, Madariaga y Dolores; vamos a ir a la justicia para que ésto se aclare y paguen sus irresponsabilidades los intendentes y sus sistemas de control sanitario”
Testimonios como el de Ana María son reiterativos y recurrentes en Pinamar, Dolores, La Costa y Madariaga, los “recuperados” comenzaron a organizarse, denuncian abandono de persona por parte del estado, la pandemia nuevamente muestra su peor rostro.