Pretende ordenar una campaña en la que “no logran instalar temas”. Compartirá agenda con Kicillof.
Sergio Massa empezó a meterse en la campaña de Alberto Fernández, frente a los cuestionamientos que circulan en el peronismo, donde admiten que necesita “ajustes”.
Al líder del Frente Renovador le preocupa la incapacidad para instalar temas de agenda y la falta de estrategia digital, un terreno donde Marcos Peña hace estragos. Por eso, como contó LPO, hace un tiempo lanzó su propia academia y se concentra en el trabajo con Antoni Gutiérrez Rubi, el estratega digital especializado en redes, al que por ahora no han sumado a los equipos del Instituto Patria.
“Compartimos con Alberto experiencia, sentido crítico y autonomía. Debemos aprender de los errores y no volver para atrás. Con todos es hacia el futuro. Superando los errores del pasado y el doloroso fracaso del presente”, escribió Massa este do mingo en su cuenta de Twitter, donde compartió un decálogo de “10 razones para votar a Alberto”. Entre los argumentos, buscó enfatizar que “las emociones también pesan” y ve en Alberto su condición de “buen tipo, que escucha, sensible, buena persona”.
En la intimidad, Alberto deja en claro que “no cree” en las redes sociales como instrumento central para ganar una elección y en todo caso apuesta a enfocarse más hacia afuera, después de las PASO.
En el kirchnerismo admiten que en el círculo íntimo de Alberto están sobrepasados y que en el Frente de Todos ni siquiera hay jefes de campaña, un detalle que no es menor para ordenar la estrategia. Preocupa en el Frente Renovador no sólo el desorden interno que hay en la campaña de Albertro Fernández, sino también estratégico: “Hasta ahora no se instaló un sólo tema”.
El ex jefe de Gabinete del kirchnerismo está concentrado en la tarea de ordenamiento interno del peronismo, acaso en un rol más centrado en la operación política que en la construcción de un mensaje claro hacia la sociedad. En la intimidad, Alberto deja en claro que “no cree” en las redes sociales como instrumento central para ganar una elección y en todo caso apuesta a enfocarse más hacia afuera, después de las PASO.
“El problema es que si Macri en las PASO se acerca demasiado, tal vez cuando queramos acordarnos ya sea tarde”, reconocen las fuentes consultadas.
Sin embargo, la idea del líder del Frente Renovador es levantar su perfil en el manejo de la campaña de a poco. “Quiere que se den cuenta y que lo llamen, que le consulten, pero no se va a meter a los codazos”, graficaron a LPO fuentes al tanto las discusiones internas.
Cerca del tigrense dijeron a este medio que en el mensaje que compartió este domingo buscó resaltar las “cualidades personales” de Alberto “en contraposición a la imagen de Macri”.
Durante esta semana, Massa intensificará su agenda con Alberto Fernández y este lunes pasará el día con Axel Kicillof en Necochea, donde gobierna Facundo López del Frente Renovador. Es que la campaña del ex ministro de Economía tampoco termina de encontrar el tono para la pelea grande, reconocen en el peronismo bonaerense. La campaña a la “uruguaya” que le permitió quedarse con la candidatura a gobernador, recorriendo el interior en un auto modesto sin otra estructura que sus amigos mas cercanos, empezó a quedar desacompasada a la hora de pensar una estrategia para toda la provincia que derrote a Vidal.
De hecho, los intendentes peronistas todavía se están lamiendo las heridas por un cierre de listas que los dejó con casi nada y luego de una intensa presión lograron que Máximo baje las boletas que los enfrentaban en sus distritos. No mucho más. En ese marco de tensiones cruzadas, Massa aparece como un aliado importante para Kicillof y Magario.
El viernes que viene Massa volverá a juntarse con el candidato a gobernador en San Fernando, aunque unas horas antes irá solo a San Andrés de Giles. También tiene previstas algunas recorridas por el Conurbano.
“Está cumpliendo el mandato del congreso del Frente Renovador, cuyo objetivo principal es evitar 4 años más de Macri, que son cuatro años más de sufrimiento”, dicen en el círculo íntimo del tigrense, donde ratifican que el Presidente será el antagonista de todos los discursos del candidato a diputado.