El proyecto que autoriza la interrupción del embarazo tuvo dictamen este jueves en el Senado y Alberto Fernández se sumó a la reñida negociación con el objetivo de alcanzar los votos que restan y convertirlo en ley el 29 de diciembre.
En la Cámara alta verdes y celestes se adjudican una mayoría aunque con algunos indecisos que ni a uno ni a otro permiten garantizar los 37 aliados necesarios para llegar al quórum, habilitar una votación y ganar la partida sin riesgos.
El proyecto se pasó a la firma esta tarde en las comisiones de la Mujer, Salud y Justicia, digitadas especialmente por Cristina Kirchner para asegurar supremacía a favor, que le permitió fijar los tiempos del debate y conseguir el dictamen de mayoría.
Pero para que sea ley hace falta contar los votos en la sesión y los números siguen bien parejos. Aún así, la oficialista Anabel Fernández Sagasti, a cargo de juntar voluntades entre los suyos, confirmó que habrá sesión en la fecha indicada a suerte y verdad.
“Quiero invitarnos a que nos escuchemos y a pesar de que nuestras convicciones y nuestras diferencias busquemos un punto en común para trabajar en esta temática que es importante y que todavía la tenemos que saldar. Transitemos este camino hasta el 29”, convocó la mendocina. Según supo LPO, en estas semanas el presidente pidió involucrarse en la rosca con citas a indecisos y, sobre todo, un diálogo con gobernadores que puedan ayudar.