La asunción de Arévalo en Guatemala, demorada y en una zona de incertidumbre

La asunción de Arévalo en Guatemala, demorada y en una zona de incertidumbre

Arvalo asume la presidencia de Guatemala y promete cerrar una poca tenebrosa Foto AFP
Arévalo asume la presidencia de Guatemala y promete cerrar una “época tenebrosa”. Foto: AFP

 
La asunción del socialdemócrata Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala estaba este domingo en una zona de incertidumbre, en una inédita jornada para la accidentada democracia del país, porque la demora en la instalación de la nueva composición del Congreso atrasó el informe final del saliente mandatario, Alejandro Giammattei, y en consecuencia la jura del jefe del Estado electo.

Lo que debía ser una sucesión de actos protocolares se rompió por desinteligencias en el parlamento en torno a si los diputados electos estaban en condiciones legales de asumir y, atado a eso, a la designación de autoridades, mientras todos los controles aparecían desbordados por manifestantes y las delegaciones extranjeras llegadas para la ceremonia aguardaban sorprendidas en hoteles.

El acto de asunción aparecía ya demorado cuando el Congreso interrumpió la llamada sesión solemne y la comisión que debía revisar la documentación de los diputados electos atrasaba su labor, en medio de quejas y protestas de los futuros legisladores.

Para peor, la Corte Constitucional negó el amparo provisional que había pedido el Movimiento Semilla -el partido de Arévalo- para que le permitiera constituirse como bancada pese a tener la personería jurídica suspendida, por lo que sus legisladores debían asumir como independientes.

Esa imposibilidad de constituirse como bloque impedía a Semilla a aspirar a cargos en la mesa directiva del nuevo cuerpo legislativo.

Dos veces fueron forzadas las puertas de la sala donde se analizaban las credenciales de diputados, y ocurrieron entonces gritos, insultos y empujones, mientras en los alrededores de la sede grupos de manifestantes rompían los sucesivos anillos de seguridad de la Policía Nacional, todo transmitido en directo por los canales capitalinos.

La inédita situación hizo poner en duda la jura de Arévalo, pero el electo mandatario escribió en la red X: “Todo está listo para que, a las 16 horas, como lo establece la ley, Karin Herrera y yo, seamos el Presidente y la Vicepresidenta de la República. Así como lo establece la ley”.

Ese horario (las 19 de Argentina) obedece a la interpretación de una cláusula transitoria de la Constitución que fijó, en 1985, como momento máximo para la transmisión de mando en 1986 las 16 del 14 de enero.

El capítulo que habla de las funciones del presidente establece que tendrá un “mandato improrrogable de 4 años y esos se vencen a las 16. Es decir, a las 15:59, Giammattei deja de ser presidente y a las 16:01 Arévalo tiene que asumir”, explicó el constituyente y abogado Aquiles Faillace.

Arévalo también tuvo un mensaje de queja para con los legisladores: “Los diputados tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas. Se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder. El pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando”.

Pero bien pasadas las 16 la jura estaba lejos de ocurrir, aunque algunos funcionarios y enviados del exterior empezaban a llegar al Centro Cultural Asturias, donde se daría la asunción formal.

En medio de las dudas sobre el devenir, la OEA emitió un comunicado en el que exigió al Congreso “respeto a la voluntad popular” y, por eso, que facilite la jura de Arévalo.

Varios presidentes invitados (el chileno Gabriel Boric, el colombiano Gustavo Petro, el paraguayo Santiago Peña) habían publicado mensajes similares en sus redes sociales.

Según el canal Chapín TV, el pronunciamiento de la OEA fue el resultado de una reunión de Almagro con varios presidentes y diplomáticos, realizado en un hotel de la capital.

La jornada pareció el final cantado de un proceso de transición por demás accidentado: en los 144 días que pasaron desde su triunfo en segunda vuelta, Arévalo debió enfrentar un marcado asedio de parte del Ministerio Público (MP) que le sacó la personería al triunfante Movimiento Semilla, pidió que le quiten la inmunidad que el propio presidente electo tenía como diputado, cuestionó al Tribunal Superior Electoral (TSE) por avalar los resultados electorales y finalmente pidió que se declaren nulos los comicios.

Temprano, Arévalo había declarado sentirse “entusiasmado” por llegar al final de un proceso “tortuoso” de persecución judicial, y destacó que su compromiso apuntaba a “cerrar” una “época tenebrosa” para su país.

Me siento entusiasmado porque estamos llegando al final de este proceso largo y tortuoso dijo Arvalo Foto AFP
“Me siento entusiasmado porque estamos llegando al final de este proceso largo y tortuoso”, dijo Arévalo. Foto: AFP

“Me siento entusiasmado porque estamos llegando al final de este proceso largo y tortuoso. Está culminando un proceso de lucha nacional por la democracia”, dijo Arévalo en una rueda de prensa que compartió con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Sociólogo y exdiplomático, de 64 años, nacido en Uruguay, Arévalo es hijo de Juan José Arévalo, el primer presidente popularmente electo en Guatemala tras la Revolución de 1944, luego de dos dictaduras.

El electo mandatario destacó que el compromiso de su Gobierno sería “cerrar esta época tenebrosa de cooptación corrupta del sistema político en el que ha transcurrido el país durante más de dos décadas”.

Respaldado por Estados Unidos, la Unión Europea, el Mercosur y la OEA, el socialdemócrata se apresta a terminar con una serie de tres administraciones de centroderecha (Otto Perez Molina-Alejandro Maldonado, Jimmy Morales y Giammattei).

Frente a la prensa, Arévalo consideró que “lo más urgente en este momento es recuperar las instituciones y combatir la corrupción, pero lo más importante” es impulsar el desarrollo social en Guatemala, donde el 60% de sus 17,8 millones de habitantes viven en la pobreza.

Para ver el traspaso de mando llegaron a Ciudad de Guatemala el rey de España, Felipe VI y los presidentes Petro, Andrés López Obrador (México), Boric, Rodrigo Chaves (Costa Rica), Xiomara Castro (Honduras), Peña y Laurentino Cortizo (Panamá), además del primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, y la primera ministra de Aruba, Evelyn Weber-Croes.

Los actos deben terminar recién este lunes: está previsto un Te Deum matutino en la Catedral metropolitana y después Arévalo debería ser presentado ante las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil como su nuevo Comandante General y Oficial Superior, respectivamente, en una ceremonia en la Plaza de la Constitución.

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