Iguacel monta un carry trade de deuda en dólares sobre los pozos que le dio YPF

Javier Iguacel se quedó con un negocio multimillonario apalancado en deuda en dólares sobre los pozos que le otorgó YPF a su empresa que no tiene historial en el sector del petróleo.

El exministro de Energía y exdirector de Vialidad durante el gobierno de Mauricio Macri montó una estructura para quedarse con activos de YPF por cifras millonarias, con un capital inicial ínfimo, y ahora prepara un carry trade financiero que le dará ganancias de 100 millones de dólares anuales casi sin haber puesto un peso.

El Cohete a la Luna reveló que la maniobra se inició en abril de 2024, cuando el Banco Santander abrió la licitación de 55 áreas convencionales de YPF bajo el Plan Andes. Apenas tres meses después, Iguacel fundó Bentia Energy S.A., una sociedad constituida con apenas $30 millones de capital -de los cuales solo $7,5 millones fueron integrados- equivalente a unos USD 21.000 al cambio oficial.

Con esta estructura precaria, Bentia se quedó nada menos que con los clústeres Vaca Muerta Norte (Rincón de los Sauces) y Vaca Muerta Sur (Huincul), aprobados por decreto en abril de 2025 por el gobernador neuquino Rolando Figueroa. La adjudicación fue formalizada a pesar de que Bentia no cumpliría con la Ley de Hidrocarburos, que exige solvencia financiera demostrada para concesionarios.

Lejos de contar con los fondos para cumplir el compromiso de inversión declarado, que el propio Iguacel tasó en USD 150 millones, el ex ministro macrista reconoció públicamente que la única fuente de financiamiento concreta hasta ahora es una pre-venta de crudo, una operación irregular considerando que ni siquiera es aún oficialmente propietario de los activos.

La sombra de Macri y Nicky Caputo detrás de los pozos de YPF que se quedó Iguacel

Pero el verdadero negocio no es la explotación: como sucede con el sector agropecuario, Iguacel planea realizar un carry trade clásico. Emitirá deuda en dólares en el exterior, con tasas bajas, y usará como garantía los activos que le entregó el Estado a través de YPF.

De ese modo, financiará operaciones locales generadoras de dólares, con costos en pesos y beneficios en divisa dura. En definitiva: apalancará deuda barata en dólares contra activos públicos argentinos para rentabilizar el diferencial cambiario.

Bentia Energy está conformada por Iguacel junto a Lucas Logaldo, exjefe de Gabinete en Energía, y Pablo Giamperi, ambos exfuncionarios públicos cercanos a Iguacel. La maniobra se explica mejor como privatización encubierta con favores políticos que como inversión productiva genuina.

Mientras tanto, YPF se desploma: pasó de tener ganancias por $544.000 millones a registrar pérdidas por casi $13.000 millones en el primer trimestre de 2025. Todo esto mientras aumentan las tarifas, se venden activos estratégicos y se despide personal.

En el sector energético aseguran que la jugada de Iguacel se resume en una especulación financiera con recursos públicos. Si el plan le sale bien, los beneficios serán privados. Si sale mal, el rescate correrá por cuenta del Estado argentino.

En el sector creen que quienes están detrás del negocio de Iguacel son el propio Macri y Marcos Galperín, el creador de Mercado Libre.

LPO reveló el año pasado que la sombra de Macri y la de Nicolás “Nicky” Caputo aparecía detrás de la primera operación importante que concretó YPF en la venta de sus pozos tradicionales, un proceso muy opaco que diseñó Santiago Caputo, en los meses de la transición y que tuvo como primer paso ubicar a su socio, Guillermo Garat, como vice de la compañía estatal.

About the Author

You may also like these