Familias,niños, niñas y mujeres y hombres de todas las edades acompañaron el tradicional vía crucis en la Ciudad de Buenos Aires, que se realizó a lo largo de cinco cuadras por la Avenida de Mayo, en el marco de las celebraciones religiosas de Semana Santa y que estuvo encabezado por el cardenal Primado de la Argentina, Mario Poli.
El vía crucis o la recreación del camino de la cruz se inició a las 20 en Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen y terminó en la Plaza de Mayo, frente a la Catedral Metropolitana.
“Te adoramos Cristo y te bendecimos”, cantaron los participantes, muchos de ellos portando velas encendidas.
Varios sacerdotes vestidos de blanco acompañaban a Poli, quien sostuvo la cruz durante parte del trayecto. Sosteniendo una vela, se encontraba Mauricio (30) con su novia, quien todos los años viaja desde el gran Buenos Aires a Caba para estar presente en el acto religioso. “Es un momento de encuentro, de acompañamiento a Cristo, de profundización espiritual”, dijo el joven a Télam.
Vendedores ambulantes ofrecían rosarios y estampitas con la cara de Jesús, mientras desde los parlantes se podía escuchar: “Jesús carga con nuestros dolores. Sufre porque nos ama”.
Héctor Juárez (54), viajó desde el partido de Lanús con sus esposa e hijo para poder estar en la pererinación. “Ya vinimos varias veces. Somos católicos y concurrimos a la iglesia y el via crucis tiene un significado muy importante para la familia”, manifestó.
Cerca de las 21 los feligreses llegaron a la Catedral Metropolitana, donde estaba prevista una misa, mientras los hombres y mujeres repetían: “Señor ten misericordia de nosotros”.
Gabriela de la Vega (49) preside al grupo de Scouts de la Inmaculada Concepción de Constitución, quienes transportaron una imagen de Cristo durante la caminata.
“Vine con 12 chicos entre 14 a 21 años, del grupo scout católicos, que todas las semanas santas llevamos a cabo actividades parroquiales y hoy acompañamos la procesión porque mamamos esto y buscamos incentivar mantener a los chicos dentro de la Iglesia”, contó.
Durante la procesión, los fieles meditaron las 14 estaciones del vía crucis recordando la pasión de Jesucristo.
Así, la procesión fue presidida por el Cristo del “Buen Amor” y la imagen de la Virgen Dolorosa, que se venera en la catedral primada desde 1870.
Además, los fieles llevaron en andas una cruz penitencial de 15 metros de largo, y un peso de 130 kilos, como una expresión de solidaridad a Jesús y muestra de sacrificio, a la que se le sumó como en años anteriores, una cruz con 140 luces, y la cruz penitencial para los niños.
“Se trata de un momento de recogimiento especial en el que los católicos acompañan con la oración a Jesús que camina hacia al calvario por amor a nosotros”, detalló Agencia Informativa Católica Argentina (Aica).
De la peregrinación participó El Nazareno de Mama Antula, una de las imágenes de vestir más antiguas de la Ciudad.
