Tras el desembarco de los trolls de Santiago Caputo en Córdoba y el regreso a la provincia de Franco Mogetta, el liderazgo interno del karinista Gabriel Bornoroni se vio cuestionado por los dos flancos.
Ante la embestida, el jefe de bloque en Diputados sacó a relucir su armado de “referentes territoriales” en cada una de las 14 seccionales de la ciudad de Córdoba y en los 25 departamentos del interior provincial. Se trata de una red con la que Bornoroni promete garantizar militancia territorial, un esquema que seduce a Karina y destrata a las huestes de trolls de Caputo.
Bornoroni dice que la construcción de la fuerza territorial es un paso lógico para “no ser un sello vacío” y un “partido sin leones que defiendan las ideas del Presidente” en los barrios de la capital cordobesa y las localidades del interior. En el armado trabaja el lugarteniente del jefe de bloque libertario, Gonzalo Roca, también dueño de estaciones de servicios (como Bornoroni) y socio de la poderosa Fecac, la federación que nuclea a los expendedores de combustibles. Se sabe que Bornoroni lo quiere a Roca junto a él en el Congreso desde diciembre.
Karina rescata a Mogetta y lo pone de armador en Córdoba en otro golpe a Santiago Caputo
“La intención es promover a gente nueva, sin militancia, que ve en La Libertad Avanza un proyecto que lo escuchará y que no quedará enredado en la rosca de la política tradicional”, dice Bornoroni. Parece un disparo directo a Caputo, propicio a los acuerdos con dirigentes como Rodrigo de Loredo. Pero también a Mogetta, cuya terminal es Karina. El ex secretario de Transporte volvió a Córdoba para tejer “donde Bornoroni no llega”, como podrían ser los técnicos del schiarettismo que queden huérfanos si Schiaretti no es candidato en octubre.
“El regreso de Franco (Mogetta) a Córdoba es un gesto para el Gringo, una ventana que queda abierta en el Gobierno nacional. Por eso no habrá críticas a Schiaretti, sólo se escucharán elogios de Franco para con su jefe… con su ex jefe”, dice un dirigente peronista que celebra el supuesto fallido.
Como sea, Bornoroni realiza cada semana encuentros con “referentes territoriales” en la ciudad de Córdoba y del interior. El objetivo de tener un coordinador por departamento es “para que quede claro a quién se le levante la mano, porque hay un montón de vivos que ahora resultan que son libertarios desde antes que Milei”, dice un colaborador del diputado nacional.
La estrategia de blindar el territorio incluye un acuerdo con la poderosa familia de pastores evangélicos Belart, que lidera la iglesia evangélica Cita con la Vida, una de las más numerosas de la ciudad de Córdoba, con cerca de 20 mil fieles. Es una apuesta fuerte para quedarse, además de con una supremacía territorial, con la agenda conservadora y anti aborto, que seguramente será una de las apuestas libertarias para la campaña.
