La CGT, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) y los sindicatos industriales se movilizaron al Ministerio de Producción para denunciar los despidos masivos en las pequeñas y grandes empresas y para rechazar la apertura indiscriminada de las importaciones.
La CGT marchó con los gremios industriales al ministerio de Producción y Trabajo, donde tuvo una audiencia con su titular, Dante Sica, a quien le reclamó medidas concretas en defensa de la producción nacional. La protesta fue encabezada por el integrante del ahora binomio que conduce de la central obrera, Héctor Daer. “El principal reclamo es el empleo, que los trabajadores recompongan sus salarios de acuerdo a la inflación para poder sostener el mercado interno. No podemos seguir con esta política económica que trae pérdida de puestos de trabajo y cierre de empresas”, dijo Daer en la puerta del ministerio, al salir de la reunión.
La movilización se propuso, además, transmitir la imagen de una CGT capaz mantener la cohesión, luego de haber perdido al moyanista Juan Carlos Schmid (titular de la Confederación del Transporte) y al gremio de Aeronavegantes, deserciones que Daer minimizó afirmando que “no se fueron tantos gremios”. “Se fueron solamente dos, y volvieron la Unión Obrera Metalúrgica y el Sindicato Médico”, agregó el dirigente, que advirtió que el desafío es “frenar el avance desmesurado del Gobierno sobre los trabajadores”.
La Unión Obrera Metalúrgica, Asimra, Smata, Ladrilleros, Curtidores y Gráficos, que integran la Corriente Federal; Textiles, los trabajadores del Calzado, Alimentación, Sanidad y los docentes de UDA fueron algunos de los sindicatos presentes.
Entre los Textiles, uno de los sectores de la industria más afectados por la política de Cambiemos, había muchos trabajadores de fábricas de zapatillas. Juan López, de Paquetam, fabricante de calzado deportivo para Adidas, contó que en la planta de Chivilcoy “todos los compañeros están con vacaciones adelantadas por falta de trabajo”. La planta, que llegó a ocupar a 1200 operarios, hoy sólo emplea a 593. “Para nosotros la caída del consumo interno es letal”, dijo a Página/12.
También marcharon empresarios PyMEs. Damián Regalini, fabricante de medias de Morón, dijo que “las fábricas que no cerraron están trabajando al costo; los aumentos de luz y la caída del consumo nos están liquidando”. “Yo estoy al límite, y viviendo una paradoja: nos estamos fundiendo trabajando. Estamos perdiendo plata mientras tenemos las máquinas prendidas. Da mucha bronca… dan ganas de romper todo”, lamentó.
En el terreno estrictamente gremial, Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica, destacó la importancia de “preservar la unidad en la acción, independientemente de que la Corriente Federal integre el Frente Sindical, que se movilizará al Congreso el día en que se debata el Presupuesto”. “Queda claro -agegó- que no hay un sector que pueda conseguir cambiar las cosas solo”.
El petitorio que recibió Sica sostiene que “no hay desarrollo posible sin trabajo, producción, salarios, jubilaciones, beneficios sociales, salud, educación y viviendas”. El documento critica la apertura indiscriminada de las importaciones y reclama medidas de protección para la industria. Además solicita que las tarifas de gas y de electricidad se retrotraigan a noviembre de 2017 y la creación de cooperativas para construir viviendas