El peronista Llamosas gana Río Cuarto y le da un triunfo clave a Schiaretti

El intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, consiguió la reelección en unos comicios marcados por la lluvia y por mucha expectativa a nivel provincial y nacional. No solo fueron los primeros comicios del año y el primer experimento electoral con distanciamiento social, también una primera contienda en la que se midieron el peronismo y Juntos por el Cambio, con el médico radical Gabriel Abrile.

Con más del 70% de las mesas escrutadas y una diferencia de 7,3 puntos entre ambos (41,8% y 35,4%), Abrile reconoció la derrota:  “He felicitado al intendente, les tocó ganar a él”, afirmó el candidato de Juntos por Río Cuarto.

En especial fue un termómetro clave para el gobernador Schiaretti porque el intendente no solo es un hombre de su riñón, sino que lo acompañó en medidas poco simpáticas como el endurecimiento de la cuarentena. Al fin y al cabo, Río Cuarto es el segundo municipio más poblado de la provincia y con Llamosas se convirtió en el primer bastión a defender.

Las encuestas mostraban al intendente como favorito, pero con una brecha cada vez menor motivada por el descontento con la economía, con la gestión de la cuarentena y también con los incendios que el mes pasado azotaron la región. De 20 puntos en marzo -fecha original para los comicios- se redujo a menos de 7 en noviembre. Y este acortamiento era una forma de cuestionamiento a todo el oficialismo, no solo a Llamosas, por eso para Schiaretti pasó a ser una cuestión medular.

El apoyo expreso de Larreta a Abrile también fue una forma de escalar la elección municipal a nivel nacional. Si el médico lograba imponerse sobre el actual intendente, iba a ser jerarquizado como el primer triunfo de Cambiemos sobre el oficialismo.

Por eso, con los primeros boca de urnas -en los que se vio una ventaja de Llamosas- desde el oficialismo amplificaron la difusión del apoyo de Larreta. En otras palabras, si Abrile perdía, iba a ser una derrota de Larreta y de todo Juntos por el Cambio. La lluvia no ayudó ya que a una hora del cierre de los cuartos oscuros, la participación venía más bien baja.

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