El intento del entorno de Alberto Fernández de bajarle el tono a la pelea con la Justicia no tuvo eco en el kirchnerismo. Un día después de que el albertismo saliera a bajarle el tono al pedido de juicio político a Carlos Rosenkrantz, el diputado Leopoldo Moreau redobló la apuesta y dijo que toda la Corte Suprema “está agotada institucionalmente”.
“Yo creo que el juicio político lo que plantea es un escenario de discusión. Esta es una Corte agotada que juega al truco más que apoyarse en decisiones jurisprudenciales. Es una Corte que está institucionalmente muy degradada y jurídicamente no tiene el nivel de otros tiempos”, disparó Moreau, uno de los alfiles del kirchnerismo en el tema judicial.
Los dichos del ex dirigente radical marcan una diferencia muy notoria con las declaraciones que un día antes hiciera el legislador porteño y asesor presidencial Leandro Santoro, que pidió no pelearse con la Justicia y le restó importancia al pedido de juicio político contra el presidente de la Corte.
“La discusión de la Justicia como tema dominante de la agenda pública no ayuda”, afirmó Santoro, un dirigente también de origen radical que compartía espacio con Moreau, su ex suegro. “Yo no sé por qué estamos discutiendo todo el tiempo estos temas”, dijo y aseguró que Alberto no estaba al tanto del pedido de juicio político.
Pero Moreau dejó en claro que la opinión del albertismo está lejos de la del kirchnerismo, que tiene a la Justicia en el centro de la escena. De hecho, un reclamo habitual de la interna es que la ministra del área, Marcela Losardo, no defiende las iniciativas oficiales, como la reforma judicial o la anulación del traslado de jueces.
Moreau no sólo defendió el juicio político contra Rosenkrantz sino que también apuntó contra el resto de los cortesanos. “Veo una Corte con dos señores que aceptaron ingresar por decreto (Rosenkrantz y Horacio Rosatti), una cosa insólita. Elena Highton tiene vencido su mandato y a diferencia de Zaffaroni que renunció y se fue a los 75 años, logró un fallo a su favor. Lorenzetti ha tenido actitudes disruptivas permanentemente. Y Juan Carlos Maqueda, sobre quien tengo un gran respeto personal, está en una especie de zona de confort. Es una Corte que no tiene jerarquía”, remarcó el diputado en una entrevista en radio Con Vos.
“La Corte tiene la propensión de que creer es un tribunal constitucional cuando no lo es. Y a creer que además puede jugar un papel determinante en las relaciones de poder en la Argentina. Es alentada por quienes piensan que la Corte debería desplazar a los poderes que han sido electos, porque no se resignan a haber perdido la elección. Por eso judicializan todo. La Corte se deja tentar, porque eso le significa acumulación de poder. Se han transformado en jugadores de truco”, agregó Moreau.
Como contó LPO, en la Corte no cayó nada bien el pedido de juicio político contra Rosenkrantz, que fue tomado como una maniobra de presión. Por eso el albertismo salió a poner paños fríos. Es que la Corte además tiene en sus manos la presentación que hizo Horacio Rodríguez Larreta para frenar la quita de coparticipación a la Ciudad, entre otros temas importantes para la gestión.