El Gobierno ahora apuesta a cerrar un acuerdo con China para que Argentina pueda tener alguna de las dos vacunas que se desarrollaron en el país oriental, ante el paso a segundo plano del antídoto de Oxford/AstraZeneca de Hugo Sigman.
Emiratos Árabes Unidos se convirtió este miércoles en el primer país del mundo en autorizar la vacuna por el gigante farmacéutico chino Sinopharm y el Instituto de Productos Biológicos de Beijing que, según los ensayos clínicos de tercera fase en ese país, demostró una eficacia del 86%. China ya la había comenzado a aplicar desde agosto en el personal sanitario y militar, y diplomáticos en el extranjero con el objetivo puesto en lograr un fármaco en masa.
En Argentina, la Fundación Huésped estuvo a cargo de los ensayos clínicos con la vacuna de Sinopharm. Más allá de esto, en el gobierno no hay explicación acerca de por qué no hay acuerdo con los dos laboratorios chinos que están produciendo la vacuna.
“Estamos conversando con los chinos desde hace mucho tiempo”, afirmó Ginés González García este jueves, mientras que Alberto Fernández sugirió que podrían ser parte de la etapa de vacunación posterior a marzo, cuando se comenzaría con las personas que no están dentro de los grupos de riesgo ni son personal de salud, de seguridad o docentes.
“La China es la primera con la que negociamos”, dijeron a LPO en el entorno del presidente y admitieron que buscarán cerrar un acuerdo cuánto antes. “No tenemos preferencias, la primera que esté lista sale a la cancha”, aseguraron en el Gobierno.