El “error” de abril, que aceleró la salida de multinacionales de la Argentina

 La salida de multinacionales de la Argentina de Milei es ya un dato insoslayable. Resulta notable la contradicción entre los aplausos entusiastas al presidente libertario en los foros empresarios a los que asiste y la decisión concreta de retirarse de la Argentina.

Ya armaron las valijas o anunciaron una pronta salida, Exxon Mobile, Petronas, Total Energies, Equinor, Procter & Gamble, HSBC, Walmart, Falabella, Latam, Norwegian, Qatar Airways, Shell, BASF, Glovo, Nike, Carrefour (como operación directa), Danone (en parte), y la lista sigue. Cada uno con su excusa, pero todos con el mismo patrón: irse. 

Ahora, este proceso que no empezó con la administración libertaria, se agravó por una decisión muy errada que tomaron Milei y su ministro Toto Caputo, explicó a LPO un economista que trabaja con empresas multinacionales.

La salida de las compañías extranjeras está directamente vinculada con el cepo. Los analistas apuntan que se van no tanto porque operar en Argentina sea un mal negocio, sino por las restricciones para girar al exterior sus dividendos. Natural, nadie quiere hacer negocios en un país donde le restrigen el uso de sus ganancias.

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Pero el gobierno se dio un tiro en el pie con su liberación parcial del cepo. El giro en la política cambiaria, que pasó del crawling peg al esquema de flotación entre bandas, devino en una gran oportunidad. 

Con un mercado menos distorsionado, se abrió la posibilidad de cerrar sus operaciones y llevarse sus dólares a través del contado con liquidación (CCL) sin el “peaje” que imponía la brecha cambiaria. 

La eliminación de la brecha, que hubiera sido un buen motivo para que las multinacionales se queden, no se completó con la liberación del cepo para dividendos, porque Milei y Caputo priorizaron el interés electoral de corto plazo y eligieron liberar el cepo sólo para los ahorristas individuales.

Esa decisión que hubiera sido un buen motivo para quedarse, no se completó con la liberación del cepo para dividendos, porque Milei y Caputo priorizaron el interés electoral de corto plazo y eligieron liberar el cepo sólo para los ahorristas individuales.

El razonamiento es simple: hasta hace pocos meses, liquidar activos en pesos para convertirlos en divisas implicaba resignar buena parte de su valor por la diferencia entre el oficial y los financieros. Ahora, con la brecha mucho más acotada, el costo de salida se achicó y la ecuación cerró para varias filiales que ya no veían perspectivas de negocio en el país. En otras palabras, no es que estas compañías no quisieran irse antes, simplemente les resultaba demasiado caro hacerlo. 

Antes del cambio al sistema de flotación entre bandas, es decir, bajo el esquema anterior de crawling peg y cepo, la brecha entre el dólar oficial y los financieros era considerable.  Antes de abril de 2025, superó el 30% o incluso más. Tras el cambio de régimen la brecha se comprimió fuertemente: bajó a niveles de entre el 2% y el 5%.

El CCL, que funciona como un puente legal para girar divisas al exterior a través de operaciones bursátiles, pasó de ser una vía de escape cara y tortuosa a una herramienta “eficiente” para poner fin a un negocio con “ganancias atrapadas”, tal como describió a LPO un gerente de una multinacional. 

 En definitiva, para las multinacionales que decidieron bajar la persiana, el cambio de reglas les dio justo lo que necesitaban: una puerta de salida más barata y en dólares. 

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