En la Tienda Ciudad las ventas en los ltimos meses crecieron ms de 10 veces con respecto a los niveles pre-pandemia.
El sistema bancario aceleró su desarrollo este año a raíz de la pandemia de coronavirus, dado que la nueva normalidad empujó a las entidades financieras a implementar nuevas herramientas y estrategias para -a la vez- conservar y sumar nuevos clientes.
En ese marco, las tiendas bancarias comenzaron a cobrar forma en el país hace tres años, inicialmente en la búsqueda de fidelización de los clientes, y en 2020 lograron el impulso final con casi todos los bancos del sistema argentino lanzando su propio marketplace.
“Este año, ya todos los bancos tomaron conciencia de que tienen que implementar su tienda”, dijo a Télam Daniel Jejcic, CEO de Avenida+, empresa especializada en la conceptualización e implementación de marketplaces.
El especialista dijo que la pandemia motorizó este tipo de experiencia ya que en “el caso particular de los bancos, previo al coronavirus teníamos que llevar adelante un gran esfuerzo de ‘evangelización’ ya que se trataba de un tipo de negocio que por lo menos les resultaba novedoso o directamente desconocido”.
A modo de ejemplo citó la experiencia del Banco Ciudad, con Tienda Ciudad, donde las ventas en los últimos meses crecieron más de 10 veces con respecto a los niveles pre-pandemia.
Al respecto, Matías Hirschmann, gerente de Marketing de Banco Ciudad, señaló que “esta nueva realidad nos encontró con un marketplace consolidado, con más de un año de operaciones al momento de iniciarse la cuarentena”.
“Esta fue una ventaja competitiva para poder hacer frente a una demanda e interés crecientes por parte de nuestros clientes. Pudimos capitalizar al máximo la plataforma, donde dispusimos una serie de beneficios y acciones especiales durante los distintos momentos de la cuarentena, lo que nos llevó a tener un crecimiento exponencial”, afirmó.
Para los clientes, las tiendas facilitan el acceso a las promociones, con descuentos y financiación; mientras que también son una herramienta para los proveedores, en su mayoría pymes que este año se vieron obligadas a cerrar sus locales físicos y a acelerar su presencia digital para sostener o potenciar sus ventas.
“En su momento, la tarjeta de crédito surgió como una necesidad de la tienda física de fidelizar a su cliente” y ahora “el mercado bancario tiene ese mismo concepto, es una evolución de la transaccionalidad. Es una nueva forma de volver a ser relevantes para el cliente y de reconectarnos con los comercios, con el punto de venta”, concluyó Hirschmann.