Desde la Casablanca informaron que la misin en Afganistan ya estaba concluida
El gobierno de Estados Unidos confirmó que en enero próximo retirará parte de las tropas que tiene desplegadas en Afganistán e Irak, pese a las opiniones en contrario de comandantes militares y líderes del Partido Republicano gobernante.
El secretario de Defensa, Chris Miller, informó que el 15 de enero saldrán 2.000 soldados de Afganistán y 500 de Irak, por lo que quedarán 2.500 en cada uno de esos países, según la agencia de noticias AFP.
El retiro de esas tropas refleja el deseo del presidente Donald Trump de “poner fin de manera exitosa y responsable a las guerras en Afganistán e Irak, y traer a nuestros valientes soldados a casa”, dijo Miller.
El funcionario sostuvo que ya se alcanzó el objetivo fijado en 2001, tras los ataques terroristas de Al Qaeda a Estados Unidos, de derrotar a los extremistas islámicos y “ayudar a sus socios locales y aliados a liderar la lucha”.
“Con la bendición de la providencia, el año próximo terminaremos esta guerra generacional y traeremos a casa a nuestros hombres y mujeres”, agregó.
Asimismo, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, rechazó que la decisión esté vinculada con la derrota electoral de Trump y aseguró que estaba planeada desde hacía tiempo.
“Hace cuatro años, el presidente Trump hizo campaña prometiendo terminar las guerras sin fin para Estados Unidos; hoy el Pentágono solo anunció que el presidente Trump cumplió la promesa hecha al pueblo”, dijo O’Brien, junto a Miller en el anuncio, en el que no admitieron preguntas de los periodistas.
La noticia se conoció diez días después de que Trump destituyera al antecesor de Miller, Mark Esper, quien era partidario de dejar 4.500 soldados en Afganistán para apoyar al gobierno local.
Esper, lo mismo que varios aliados internacionales de Washington, sostenía que los talibanes no cumplieron su promesa de reducir sus violentos ataques a las fuerzas afganas y advertía que esas agresiones podrían intensificarse con menos tropas estadounidenses.
La decisión de retirar parte de las tropas en Afganistán e Irak había sido anticipada implícitamente por Miller en un mensaje a las fuerzas armadas el viernes pasado, y ayer fue ratificada por fuentes de la Casa Blanca citadas por varios medios locales.
Esos medios también se hicieron eco de que la medida fue resistida por varios comandantes militares y por líderes republicanos.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, advirtió ayer que “las consecuencias de una salida prematura de Estados Unidos podrían ser aun peores que la retirada de (el expresidente Barack) Obama de Irak en 2011, que había alimentado el crecimiento de EI (el grupo yihadista Estado Islámico)”.
El sábado, el canciller de Francia, Jean-Yves Le Drian, dijo por televisión que cuando se reuniera ayer en París con su par de Estados Unidos, Mike Pompeo, le expresaría su preocupación por el retiro de las tropas norteamericanas de Afganistán e Irak.