La semana pasada hubo ocho despidos en el Centro Atómico Ezeiza y ya anunciaron otros 70 para los siguientes dos meses. Hay 150 puestos en peligro.
El Presupuesto del ajuste aprobado para 2019, hecho a pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI), y la caída de proyectos de infraestructura como los de las nuevas centrales nucleares golpean duro al sector, al punto de que el martes pasado hubo ocho despidos en el Centro Atómico Ezeiza y se esperan otros 70 durante los próximos dos meses.
“El gobierno de Mauricio Macri suspendió el acuerdo con la República Popular China para la construcción de la cuarta (ATUCHA III) y la quinta centrales nucleares. Esa decisión política es consecuencia de los acuerdos de reducción del déficit fiscal impuesto por el FMI”, denunciaron los trabajadores en un comunicado.
“Los despedidos estaban afectados a los proyectos que deberían haber comenzado a fines del año pasado”, explicó a el delegado Javier Sánchez. En medio de un plan de lucha para reincorporar a los echados y frenar los despidos que tienen programados, asegura: “La única solución que vemos a la vista es un cambio de gobierno, porque con esta gestión está claro que no vamos a conseguir un cambio en la política nuclear”.
Mientras tanto, hay dos trabajadores de empresas de capital mixto que están en vilo: Combustibles Nucleares Argentinos (Conuar) y Fabricación de Aleaciones Especiales (FAE), que funcionan en el centro de Ezeiza. Entre ambas suman 500 empleados. “La expectativa es llegar a diciembre y que cambie el gobierno, eso lo tenemos claro”, dice el delegado de la primera de las dos compañías citadas, donde se desempeña en el calderería, que hace las soldaduras de los componentes.
“Había cierta expectativa con la central china, empresas como Conuar podrían tener cierta participación pero en diciembre el Gobierno anunció que ese proyecto quedaba ‘postergado’ y todo ese personal que estaba afectado a la construcción de componentes para esa central en principio va a quedar desafectado”, explicó en función de los 150 puestos que están en peligro.
Conuar y FAE son dos empresas mixtas, donde Pecom Energía, tiene el 75% y el 65% de las acciones, respectivamente. “El personal de construcción de reactores es el primero que quedaría desafectado. 150 es el total de la dotación destinada a esas áreas y están en peligro directo de quedar despedidos”, graficó el trabajador con 29 años de experiencia.
“Sobre el resto hay incertidumbre, pero en función de que no se avance con ningún proyecto en el área nuclear, esos 150 trabajadores tienen los días contados”, agregó quien es de los que tiene mayor antigüedad en Conuar. “Lo que nos transmite la empresa es que van a tratar de conseguir trabajos por afuera del sector nuclear, pero tampoco nos pueden prometer nada”, confesó.
“El grupo avanza en otros sectores, como Vaca Muerta o el de alimentos, y hace meses compró una termoeléctrica en Buenos Aires: sacan los huevos de una canasta y lo ponen en otra, no se ponen de nuestro lado para defender a los trabajadores ni el vaciamiento del sector”, denunció Sánchez.
Ahora la lucha de los trabajadores pasa por reincorporar a los despedidos y frenar los otros que ya tienen planificados, para lo cual es necesario que se abran proyectos productivos a futuro. “La semana que viene retomamos una mesa intersindical con el sector para definir las acciones”, reveló.
En ese sentido el delegado adelanta que habrá movilizaciones porque siente que la instancia de diálogo está bastante agotada. “Hicimos las denuncias en el Ministerio de Trabajo de la Provincia e intervino la UOM y la semana que viene tenemos una audiencia por los despidos en la delegación del Ministerio de Lomas”, agregó.
Para lo que les resta, Sánchez advirtió: “El único proyecto en pie sería el Carem 25, que también está en Atucha, pero es muy chico para el sector nuclear y también tiene problemas de presupuesto”.