Chile se prepara para votar este 25 de octubre si quiere o no modificar la Constitución Nacional vigente, creada en 1980 durante la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet (1973-1990).
La población chilena fue convocada a la consulta popular tras el estallido social, iniciado en octubre de 2019, cuando buena parte de la ciudadanía decidió acompañar las manifestaciones contra la creciente desigualdad en el país, la falta de acceso a servicios básicos y el endeudamiento de las familias. Durante las protestas se registraron más de 30 muertos, así como miles de detenidos, violaciones a mujeres y heridos de gravedad por el accionar de Carabineros —la policía local— y las fuerzas militares, que el Gobierno de Sebastián Piñera sacó a la calle para reprimir, luego de que el presidente declarara el estado de emergencia y se refiriera al conflicto como una “guerra”.
El 15 de noviembre de 2019, en medio de una fuerte tensión política, el oficialismo y los espacios de oposición firmaron el ‘Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución’, que establecía las condiciones para dar pie al referéndum constitucional. Esto no pudo frenar la escalada de protestas ni la desmedida violencia con la que respondió La Moneda, cuya responsabilidad por los excesos ha sido denunciada por organismos de derechos humanos, tanto del ámbito local como internacional.
La Fiscalía investiga más de 5.558 denuncias de presuntas víctimas de violencia institucional.