La Cámara de Diputados sesiona desde este mediodía para tratar el presupuesto de 2021 con más de 80 bancas ocupadas y varios legisladores en los palcos, ante el pedido de Cambiemos de garantizar la mayoría de sus legisladores en el recinto, una opción que dejaron contemplada en el último protocolo y renovaron hasta el 30 de noviembre.
La pidieron para cuando se tratara el presupuesto, este miércoles Sergio Massa la habilitó pero no quiso buscar una sede más amplia y prefirió hacerles lugares en el recinto. Movió las pantallas para sumar una hilera de bancas y el sistema médico exigió un protocolo de distanciamiento que no siempre se cumplió.
Si bien en Cambiemos aseguran que 82 de sus 116 diputados llegaron al Congreso, fuentes del oficialismo que participaron de la organización de la sesión aseguran que no más de 50 ingresaron al recinto, una parte se acomodó en los palcos y el resto de los diputados que ocuparon bancas fueron del Frente de Todos y los bloques chicos.
Lo cierto es que de a ratos podían contabilizarse más de 80 de los 257 diputados que existen deambulando por el recinto, el doble de los habilitados en las sesiones que hubo desde que empezó la pandemia, una postal que no difería de las jornadas previas al Covid 19. Algunos no respetaban la condición de sentarse banca de por medio y se quitaban el barbijo, motivo de un llamado de atención de Massa.
“Si pidieron una banca para ocuparla, no pueden estar desplazándose, sin mantener el distanciamiento social”, protestó el presidente de la Cámara, que aceptó contemplar reuniones presenciales después de aquella accidentada sesión del 1 de septiembre, cuando intentó prorrogar el protocolo para votar por internet y Cambiemos irrumpió con 90 diputados en el recinto.
La letra chica del acuerdo obliga a informar los motivos de los diputados que no asistieron y justificar sólo a quienes no integran grupos de riesgo. Pero no había ánimo en la oposición de pedir los listados.
La única obligación que tienen los diputados que sesionan en su banca es conectarse al VPN como los que no están, además de respetar normas mínimas de aislamiento. El protocolo seguirá en estas condiciones hasta el final del período ordinario de sesiones y luego deberá volver a negociarse.
El presidente del bloque PRO Cristian Ritondo anticipó que exigirán presenciales plenas sin límites. “Hay vuelos, hay fútbol, no puede ser que no puedan movilizarse los diputados”, reclamó. Ya dio el primer paso.
En el Senado la historia es bien distinta: Cambiemos y el Frente de Todos coordinaron un protocolo de sesiones remotas hasta fin de noviembre, con sólo 10 de los 72 legisladores en el recinto. El resto, debate por internet.