Por primera vez en el mundo, un territorio, por medio del voto, despenalizó la posesión de pequeñas cantidades de drogas duras, como la cocaína y la heroína, así como el acceso a los hongos alucinógenos.
Así, Oregón tendrá una nueva legislación al respecto, gracias a la llamada Medida 110. El estado ya había sido el primero en legalizar el uso recreativo del cannabis en EE.UU. Ahora, el 56 % de los votantes decidieron reformar la política contra las ‘drogas duras’.
La cocaína y la heroína se consideran drogas ‘duras’ a diferencia de la marihuana, que se estima como ‘blanda’, una caracterización que le ha permitido a esta última avanzar más rápidamente en su legalización frente a las primeras.
La decisión fue justificada por sus proponentes en tratar de disminuir la alta tasa de encarcelamiento por uso de estupefacientes. El consumo de estas drogas, sin embargo, todavía se considera un delito civil y seguirá generando multas, pero ahora por 100 dólares, cuando antes podían llegar a los 6.200 dólares.
Es también, en el debate ideológico, un golpe contra el enfoque denominado “guerra contra las drogas”, que impuso Richard Nixon en 1972. Esta política busca básicamente evitar que dichas sustancias transiten hacia los mercados de EE.UU. y Europa, principalmente.
Este hecho apenas tuvo trascendencia, ya que ocurrió el 3 de noviembre, el mismo día de las elecciones presidenciales de EE.UU. Tanto la expectativa por el resultado, así como el desconocimiento del presidente Donal Trump al mismo y el revuelo posterior, hicieron que la noticia, histórica en esta materia, pasase desapercibida.
Sin embargo, la despenalización en Oregón es todo un acontecimiento, ya que lo que ocurre en EE.UU. en esta materia puede terminar convirtiéndose en el norte de las políticas sobre drogas para muchos países, algunos de los cuales han sufrido con miles de muertos la “guerra contra las drogas”. Concretamente, puede tener impacto en Colombia y México, donde los efectos han sido devastadores debido a los conflictos violentos tanto entre mafias como entre ellas y los cuerpos policiales.
¿Tiene sentido la lucha militar y policial contra las drogas en los países donde se producen, si en el propio EE.UU., principal país de consumo, hay territorios que han despenalizado la tenencia y el uso?
El gobierno de Oregón ya tiene legalizada la industria de la marihuana, cuyo pago de impuestos financiará el presupuesto de salud de los tratamientos para los tóxicos dependientes.