Manuel Adorni busca separar la vocería de la Secretaría de Medios y choca con Santiago Caputo. El economista intenta seguir ad honorem en su cargo, pero Caputo quiere controlar toda el área de comunicaciones.
El 10 de diciembre, Adorni deberá asumir como legislador. El parlamento porteño le quitaría protagonismo al vocero que tiene garantizado un nivel de exposición en el atril desde donde doma a los periodistas.
Para no perder espacio, el vocero propuso continuar ad honorem. La jugada complica a su segundo, Javier Lanari, que ya empezó a moverse para conseguir una candidatura a diputado en Misiones.
Santiago Caputo ya le bajó el pulgar a la idea de Adorni, que apuesta a su cercanía con Karina para mantener su lugar en el esquema de poder libertario. Caputo quiere el control total de la comunicación del Gobierno y esa pulseada con la hermana presidencial aún no tiene un ganador definido.
Belén Stettler fue nombrada como secretaria de Medios días después de la asunción de Javier Milei, pero duró poco en el cargo. La reemplazó Eduardo Serenellini, que quiso hacer la propia, pero debió renunciar después de resistir casi un año el hostigamiento del caputismo.
Stettler es una ex empleada de la consultora de Move, que pertenece a Santiago Caputo. Está contratada, pero maneja la relación con los medios y la pauta publicitaria que el Estado sigue repartiendo a través de empresas como Aerolíneas, Banco Nación o YPF.
Más allá del apoyo de Karina, Adorni no desea un enfrentamiento abierto con Caputo y es muy probable que deba dejar su cargo.
