La detención de un líder criminal brasileño en Caballito ligado al temible Primer Comando Capital (PCC) levantó alertas en las distintas zonas del país por donde este referente tuvo paso o residencia, como ciudad de Córdoba y Concordia en Entre Ríos.
También en Santa Fe las autoridades de gobierno, fiscales y de inteligencia estuvieron sensibles e interesadas en la novedad del arresto de Fabio Rosa Carvalho, de 44 años, señalado como líder de la agrupación criminal Os Manos. La pregunta excede la coyuntura del arresto. ¿Aparecen evidencias o indicios de la presencia del PCC en una provincia que tuvo durante una década los registros más altos de violencia lesiva ligados a comercio de drogas?
Todas las respuestas institucionales a LPO dicen lo mismo. “En ninguna causa está acreditado que tengan actividad en la provincia”. Lo que no implica que hayan asomado en ocasiones actividades aparentes de grupos criminales ligadas a brasileños en zonas cercanas a Rosario, donde está el complejo portuario más importantes de la Hidrovía, y que tuvo una actividad de comercio urbano de drogas caracterizado por la mayor tasa de homicidio urbano del país.
La banda aliada del PCC que desarticularon en Buenos Aires también operaba en Paraguay
El PCC es la organización criminal más fuerte de Sudamérica desarrollada desde las cárceles de los estados del sur brasileño. Según la Fiscalía Nacional de San Pablo de 2023 en Argentina hay 56 integrantes del PCC activos.
Un miembro del equipo de fiscales de la Procuración de Narcotráfico (Procunar) dijo a LPO que hasta ahora lo que se detectaron en el país son “células dormidas” del PCC. Esto es personas que pueden brindar logística para determinadas actividades pero que no operan cargamentos de drogas o armas.
Muchas de estas referencias salieron de celulares secuestrados a miembros plenos del PCC en Brasil. Así por ejemplo se advirtieron las llamadas “cartas de bautismo” de ingreso a la organización en un preso de la cárcel de Coronda, a 100 kilómetros al norte de Rosario. Ninguna investigación sobre ese interno, de apellido Ríos, reveló actividad criminal ajena a la que mereció su condena.
Este martes Patricia Bullrich dio una conferencia de prensa en la que presentó al nuevo director del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal, comisario general Pascual Mario Bellizzi.

El titular del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal, comisario general Pascual Mario Bellizzi.
Allí indicaron que el DFI tiene una investigación reciente en la que se identificaron a 28 personas con vínculos con el PCC. Ocho de estas se encuentran detenidas en unidades del sistema penitenciario federal y provincial, mientras que otras están en libertad, bajo investigación o con antecedentes de expulsión o extradición.
En las fiscalías especializadas remarcan que no hay para ellos evidencia de ningún lazo concreto con miembros del PCC o bien con actividad de tráfico. En Santa Fe se ubicó en la cárcel de Las Flores a una mujer que había facilitado unas 400 tarjetas telefónicas a unos cuatro o cinco presos vinculados con el aludido Ríos.
Algo llamativo fue una pesquisa de una fuerza especial santafesina que detectó a un grupo de brasileños viviendo en el barrio cerrado Campo Timbó de Oliveros, a 45 kilómetros al norte de Rosario. Estos eran buzos tácticos profesionales. Se formó una causa penal y se decidieron seguimientos que los observados parecieron captar. Fue por eso, piensan los investigadores, que huyeron sin dejar rastros. Tenían vehículos y uno de ellos según lo indicado a LPO fue identificado.
El elemento distintivo en esto es la condición de buzos tácticos de los sospechosos. Los grupos criminales utilizan la modalidad “rip-off” o “gancho ciego” para infiltrar cargas en buques en especial de actividad agroexportadora donde se introducen paquetes en contenedores de los cuales se rompen bisagras y luego se sueldan.
Pero también se detectaron cargamentos de droga soldados en compartimentos al casco de los barcos. Para eso se utilizan buzos tanto para soldar en origen como romper en destino.
Esto es algo que se ha evidenciado en la zona portuaria del Gran Rosario. En mayo de 2022 frente a las costas de Australia se halló muerto a un hombre con un traje de buzo de alta tecnología, de nacionalidad brasileña, junto a un barco cerealero que tenía adosado un compartimento de metal con 50 kilos de cocaína. El buque había salido de la terminal portuaria de Renova en Timbúes, a 28 kilómetros de Rosario.

Fabio Rosa Carvalho, señalado como líder de la agrupación criminal Os Manos, detenido en Caballito.
En Misiones se advirtió a un joven que había estado detenido en Brasil, de apellido Taverna, que alegaba que iba a poner un gimnasio en Posadas con financiamiento del PCC.
La jueza federal de Resistencia Zunilda Niremperger tuvo en 2022 una investigación que hacía referencia sobre la ceremonia de iniciación como miembros del PCC en 26 presos de cárceles de la capital chaqueña y de Santa Fe basado en actividad de inteligencia de Brasil.
En Procunar también reseñaron el accionar del boliviano Jorge Adalid Granier, un hombre especializado en el tráfico áereo de cocaína, señalado por realizar contrabando de droga desde Matto Grosso do Sul y tener contactos con el PCC.
Granier está preso en la cárcel de Ezeiza. La DEA norteamericana indica que Granier recibió en su departamento de Barrio Norte, en Rodríguez Peña 1057, a Gilberto Aparecido Dos Santos, conocido como Fuminho, a quien la prestigiosa organización de periodismo Insight Crime señala como uno de los mayores líderes del tráfico brasileño, pero no de la cúpula oficial del PCC, que supervisa el traslado de cocaína y armas desde Bolivia y Paraguay hacia los estados de Brasil bajo control de la banda. Fue arrestado en Mozambique en abril de 2020. Ese mismo año lo condenaron a 26 años de prisión.
El año pasado agentes de Interpol detuvieron en el country Cardales al brasileño Elvis Riola de Andrade, a quien se sindica como miembro del PCC, con pedido de captura desde 2009 por el homicidio de un policía. La Policía Federal que lo seguía supo que tenía como asistente logístico en Argentina a Carlos Sergio Fiona que es un condenado por comercio de drogas.

El capo del PCC, Elvis Riola de Andrade, capturado en Cardales.
Las últimas pesquisas que tienen foco en el abastecimiento de droga en Rosario exponen que el patrón de suministro en los últimos años cambió. La cocaína y marihuana proceden de la zona del AMBA, en especial del conurbano, aunque hayan ingresado por la zona del litoral por la actividad aérea o terrestre. Fuentes de seguridad de Santa Fe indicaron a LPO que no se advierten vínculos concretos en la provincia de intercambio de actores locales con el PCC.
“Se examinan de modo minucioso todos los indicios en este sentido. Se lo hizo con personas aludidas en cárceles de la provincia. Se toma esto muy en serio. No surgieron datos indicativos de organizaciones locales ligadas al PCC más que apoyos eventuales muy difusos ligados a brasileños”, señalaron.