La semana que pasó no fue fácil para el jefe del bloque UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo. La polémica por no haber dado quórum en la sesión de este miércoles para aumentar las jubilaciones generó fuertes enojos dentro del radicalismo cordobés que se frota las manos de cara a la reunión convocada por el Comité Provincia para el lunes próximo. Allí, donde el mestrismo y sectores alejados a la conducción de Marcos Ferrer y De Loredo irán a reclamar cronograma de internas para definir candidaturas en las Legislativas 2025.
Sin embargo, esta tarde LPO pudo saber que De Loredo estuvo hace unos días en Casa Rosada en distintos despachos: en uno, charla con Santiago Caputo y parte de la militancia virtual que sostienen desde el Estado nacional; en otro, con Lule Menem, el armador para el interior designado por Karina Milei.
Con Santiago, se sabe, el cordobés mantiene una sintonía fina que es recíproca, además de una animadversión por el senador Luis Juez, en quien el asesor presidencial confía poco. El diputado, también.
De Loredo preocupado porque Juez le cierra puertas con los libertarios
Por su parte, con Lule, vio números. En los despachos de Balcarce 50 le mostraron encuestas y trataron de convencerlo de la supuesta fortaleza que tendría encabezando un armado paralelo, una manera de entusiasmarlo para sacárselo de encima por el purismo que exige Karina. Y acá hay dos fuentes que se contradicen sobre el estado de ánimo de De Loredo: una que reconoce que hubo entusiasmo y otra que admitió que “no le quedó otra” que tratar de mostrarse conforme. “Era raro que con la ambigüedad que mostró en todo este tiempo que le dieran un lugar adentro”, razonó una fuente que ve en De Loredo un rival y que comparte estadía con el radical en la semana en el Congreso.
Concretamente, dentro de los libertarios que monitorean Córdoba talla la posibilidad de respetar a Juez como socio para la segunda parte de la lista oficial de Milei y a De Loredo habilitarle un armado blue para prestar quórum y votos desde el sector dialoguista en debates complicados. Jugada de riesgo porque debería salir a competir por el segundo lugar con el peronismo; y alivio para algunos radicales que creen que, una distancia y boleta distinta a la libertaria, le traería menos enojos con los intendentes.
Como sea, para De Loredo el riesgo de quedar tercero detrás de los libertarios y el PJ está latente. Escenario complejo para quien quiere competir por la gobernación en 2027.

Para peor, en el radicalismo los rivales del diputado huelen sangre y hay dos tiburones que reactivaron sus aspiraciones: Ramón Mestre y Mario Negri. El exintendente se mostró esta semana con el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro y el caudillo radical, mientras espera cómo se dirime el futuro por la AGN, camina y reúne la tropa. Como hizo esta semana.
“Negri sabe que los libertarios no le van a dar el primer lugar a Rodrigo y lo va a hacer quedar como un boludo si acepta ser tercero de un tipo como (Franco) Mogetta. Por eso empezó a caminar”, razonó un experimentado radical a LPO.
Negri también coquetea con el respaldo que le dio el PJ de Llaryora y Schiaretti en las últimas semanas por la AGN. El cordobesismo no dejará pasar a Emilio Monzó en esa pelea porque olfatea que detrás está el massismo y prefiere darle un guiño a Negri, cuyo hijo podría desembarcar en el Ersep, el organismo que controla los servicios públicos provinciales y tiene sillas para la oposición.
En tanto, el tema Massa redunda en otro gesto del cordobesismo para con otro radical. El encuentro entre Schiaretti y Facundo Manes estos días en Buenos Aires tuvo, además de reciprocidad en los gestos, un alivio del neurocirujano por lo pegada que está su imagen a Massa. En el cordobesismo dicen que le terminaron ‘lavando’ la cara de massismo a Manes y le llevan intendentes peronistas del conurbano enemistados con el kirchnerismo.
Igual, a Schiaretti en cada tour por otras provincias le piden lo mismo: que juegue y sea candidato en Córdoba.
De Loredo también mira qué hará el exgobernador porque aún conserva la esperanza de que, si el Gringo juega, obligue a los libertarios a reconfigurar su estrategia y pedir que vayan todos juntos para enfrentar al peronismo.