El gobierno de Estados Unidos continúa su ofensiva contra la justicia brasileña. Tras la decisión de la Corte Suprema de Brasil de imponerle tobillera electrónica a Jair Bolsonaro por riesgo de fuga, Marco Rubio anunció la revocación de las visas de Alexander de Moraes y todos los jueces supremos.
El jefe del Departamento de Estado dijo en rede sociales que “Trump dejó claro que su administración exigirá responsabilidades a los extranjeros responsables de la censura de la libertad de expresión en Estados Unidos”.
Rubio continúa con que “la cacería política del juez Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo Federal de Brasil, contra Jair Bolsonaro creó un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos fundamentales de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil y afecta a los estadounidenses”.
“Por lo tanto, he ordenado la revocación de las visas de Moraes y sus aliados en la corte, así como de sus familiares inmediatos, con efecto inmediato”, afirmó.
La respuesta del gobierno de Lula vino de parte del líder de la bancada del Partido de los Trabajadores, Lindberg Farías, planteó que la decisión de la administración Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos al juez Alexandre de Moraes, a otros magistrados de la Corte Suprema y sus familiares “refleja la creciente ofensiva internacional de la ultraderecha contra el poder judicial brasileño”.
“Esta es una represalia explícita contra las decisiones de la justicia brasileña, en particular la imposición de la tobillera electrónica a Jair Bolsonaro. Es un intento de avergonzar a los jueces e interferir indebidamente con nuestra soberanía. Un acto inaceptable de agresión contra una rama de la República”, agregó.
Marco Rubio.
“La alianza entre el bolsonarismo y el trumpismo ha traspasado todos los límites. Han transformado un proceso penal legítimo en chantaje diplomático. Brasil no se doblegará. ¡Defenderemos nuestras instituciones, nuestra democracia y nuestra soberanía!”, sentenció.
Por estas horas se baraja la posibilidad que Estados Unidos imponga aranceles del 100 por ciento con posibilidad concreta de respuesta de reciprocidad de parte del gobierno de Lula en una crisis diplomática que promete escalar.
Esta mañana, la Corte Suprema impuso la tobillera electrónica a Bolsonaro por riesgo de fuga, tal como lo adelantó en exclusivo la semana pasada LPO. El ex presidente no podrá salir de su casa de las 19 a las 7 de la mañana y tendrá que quedarse los fines de semana.
Fuentes judiciales afirman que la condena por el juicio que investiga el intento de golpe de estado contra Lula es un hecho y se espera que se confirme durante el mes de septiembre.
La Fiscalía General de Brasil sugirió una condena de 43 años para Bolsonaro y otros siete acusados y se espera una investigación contra Eduardo Bolsonaro por haber impulsado los aranceles contra el país.
